domingo, 25 de septiembre de 2011

Meditación: atención y relajación

                                                 
La meditación es el camino medio entre la relajación y la atención. Como si de una emisora de radio se tratase el secreto está en saber sintonizar y conectar. Si hay un exceso de atención y se intenta forzar la concentración, la meditación se vive como un esfuerzo y puede llegar a crear tensión y estrés. Por el contrario, si hay un exceso de relajación, entonces la meditación puede llevar al sueño o a una sensación de pesadez y de falta de atención. Por lo general, el error más frecuente es excederse con el esfuerzo. La meditación debe de tener un componente de naturalidad, de no-hacer o de no-esfuerzo.
                                            

El objetivo de la meditación es aclarar la mente, que es como un lago lleno de pensamientos que son como arena. Cuando hay agitación en el lago, la arena lo cubre todo. Cualquier movimiento hará que el agua se remueva. La manera de permitir que el lago recupere su claridad natural es dejando que el agua repose y que la arena se asiente a su ritmo en el fondo. De igual manera, la meditación ha de ser natural, porque cualquier esfuerzo hará que la mente se agite más. En última instancia si lo que queremos es que el pequeño yo se disuelva en la Consciencia tendremos que dejar de hacer esfuerzos, porque quien se esfuerza es ese mismo yo.

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